HOMBRES ANGELES O DEMONIOS?
Hace mucho quería escribir no sólo una página sino un libro, y no precisamente guiada por la creencia arraigada de que "todos son iguales" ó "cortados con la misma tijera", en mi proceso sanador he cambiado estas perspectivas respecto a ellos porque los que han hecho parte de mi vida, debo reconocer han sido unos grandes maestros! Por qué perseguirlos como si fueran unos monstruos cuando lo que nos muestran muchas veces es aquello que no queremos ver de nosotras mismas, nuestras heridas, eso no quiere decir que justifique sus acciones, pero sé que lo hacen desde sus propias heridas. Aquí no estoy hablando únicamente de los hombres como parejas, también hablo de los amigos, padres, hermanos, primos, amantes, compañeros de trabajo, jefes, en fin de los hombres en general.
Admiro profundamente de los hombres su practicidad, simplicidad, que en ocasiones, nos saca de apuros, aunque esa virtud pueda jugar en su contra, cuando se traduce en falta de empatía, en especial cuando estamos pasando por un momento difícil y necesitamos simplemente ser escuchadas y por qué no, recibir una palabra de apoyo acompañada de un abrazo sincero, no quiere decir que esto no suceda nunca, pero...usualmente lo que para nosotras es un drama para ellos es algo sin tanta relevancia, en fin cada una hablará desde sus experiencias, yo estoy hablando desde las mías, y eso empieza desde que somos niñas, en especial si tuvimos papás con su propio lenguaje del amor, en el que lo manifestaban con algo material, sobre todo cuando la mayor parte del tiempo estuvieron ausentes, el propósito no es enjuiciar, sino saber de dónde viene muchas veces esa necesidad de atención por parte del sexo opuesto, será que andamos buscando un papá que nos dé lo que en la infancia nos faltó? Será en cambio que los hombres andan buscando una mamá ó una hija a quien cuidar? O somos los adultos que le dan a su niña/niño lo que necesita, haciéndonos cargo de lo que nos corresponde?
Algo para considerar es que las creencias impuestas, la misma cultura y hasta la religión han encarcelado las emociones de los hombres porque no se les permite expresarlas, en especial su vulnerabilidad, cuando quieren expresar su tristeza, la camuflan en rabia, enojo; y llorar, no se diga, los hombres "no lloran" es síntoma de debilidad! se los dicen desde pequeños, cómo esperar que hablen abiertamente de sus emociones con tantas restricciones!
Para no desviarme del tema, y enfocándome en el título de esta página, creo que no son ni ángeles, ni demonios, son al igual que nosotras, almas que vinieron a experimentar desde el sexo que escogieron los aprendizajes que nos hacen crecer, evolucionar y trascender, desde diferentes roles. Y aunque haya diferencias físicas, cerebrales, comportamentales, eso es lo que nos hace complementarios, cada uno con nuestros potenciales, con luz y sombras, ángeles y demonios incluidos. Aquí no aplica la otra creencia "la media naranja" porque cada uno está completico: con la felicidad, el amor y la paz siendo parte de nuestra esencia, es decir compartimos parte de nuestro ser con el otro, no es que nadie viene a llenar vacíos ó carencias, nadie es responsable de nuestra felicidad! y eso aplica para cualquier tipo de relación.
A todos los hombres que han hecho parte de mi historia en esta y otras vidas les honro, les agradezco por ser espejos, maestros, compañeros de camino en sus diferentes roles.
Finalmente no vinimos a competir, sino a compartir, vivir, amar, disfrutar, aprender pero ante todo a SER!