HUIMOS DE NUESTROS FANTASMAS O NOS ENFRENTAMOS A ELLOS?

23.05.2024

Cuántos fantasmas del pasado vuelven cuando pensábamos que los habíamos superado. Y no sólo hablo de relaciones amorosas, hablo de heridas, traumas, experiencias que nos marcaron en alguna etapa de nuestra vida.

Algunos de estos fantasmas se quedan hospedados en lo más profundo la buhardilla del inconsciente porque en su momento decidimos que olvidarlos era la mejor manera de gestionarlos, otros se quedaron como un hámster dando vueltas en nuestra mente, como en un bucle sin encontrar un punto de salida; otros por el contrario son tan persistentes en sus apariciones que finalmente nos llevan a enfrentarlos, a reconocerlos, aceptarlos y a dejarlos ir.

Es como si nuestra mente se convirtiera en su refugio y nuestro cuerpo nos recuerda su presencia, pero nos resistimos a verlos cara a cara porque no queremos volver a sentir el dolor, el miedo, el enojo, la tristeza, la decepción y todas las emociones que sentimos cuando todavía no se habían convertido en fantasmas.

Por qué nos da tanto miedo cerrar ciclos, terminar relaciones, dejar ir, soltar, decir adiós…tal vez porque en el fondo nos aferramos tanto a las personas, a los lugares, a las cosas, es como si de alguna manera les colocáramos una etiqueta como la de los cuaderno del cole, le pertenece a:…O tal vez porque creemos que algo nos falta y el otro viene a dármelo, ó porque es lo que me da felicidad, paz, compañía. Y cuando todo termina nos quedamos como en una zona gris, faltantes, carentes, víctimas, abandonados, traicionados, luego es más fácil convertir esto que sentimos en fantasmas, con el engaño que hemos pasado página y volvemos a empezar con estos fantasmas de compañeros, asumiendo que a lo pasado pisado y cuando vuelven a aparecer hablando a través del cuerpo, con emociones desbordadas y pensamientos alborotados que se agolpan sin cesar recordándote hasta el más mínimo detalle de lo vivido, entonces entramos en caos, y la bulla mental que inicialmente molesta, se convierte en una tonada conocida a la que nos vamos acostumbrando, devolviendo a los fantasmas al lugar donde los habíamos dejado, y así, entramos en una ruleta rusa repitiendo siempre las mismas historias con fantasmas que tienen diferentes nombres, encarcelados en nuestra mente porque no hemos aprendido la lección que nos vinieron a enseñar.

La elección es nuestra: Huímos de nuestros fantasmas, así como cuando vemos aquel exnovio que nos rompió el corazón, llevando de la mano a la que tu Ego llamaría una X, y con la que se lo ve radiante, cosa que contigo nunca pasó! O enfrentas a tus fantasmas desde la sabiduría e infinita compasión de tu corazón y te reconcilias con ellos y los dejas ir en gratitud!

© 2020 Proyecto Alma
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar